El cáncer de colon está presente en al menos unos 5000 peruanos cada año. La incidencia estimada para varones y mujeres es de alrededor de unos 8 casos por cada 100000 habitantes.

Este tipo de enfermedades es mortal cuando es detectada en etapas avanzadas del proceso, es decir cuando el tumor ya ha tenido oportunidad de crecer lo suficiente como para colonizar estructuras distantes al colon a través de la invasión de vasos sanguíneos, linfáticos o a través de la diseminación a órganos vecinos.

Las técnicas actuales para la detección temprana de estos tumores son fundamentalmente: La realización de la prueba que busca sangre oculta en las heces (test de Thevenon) y la Colonoscopía. La primera es bastante sencilla de realizar, aunque muy poco específica. Además, requiere cambios en la alimentación de las personas en los días previos al examen. Cuando alguna anormalidad es detectada en esta prueba, el paciente debe pasar a realizarse un examen colonoscópico. Este último es mucho más específico para la detección de neoplasias colónicas, aunque significa molestias importantes para los pacientes desde el momento de la preparación de la persona, pues incluye técnicas laxativas exigentes, sedación durante el procedimiento y un pequeño riesgo de perforaciones digestivas, infecciones o sangrado.

 

En Octubre del 2014 la agencia FDA norteamericana aprobó la utilización de un sistema capaz de detectar la presencia de alteraciones genéticas relacionadas al cáncer de colon en las células que se desprenden con las deposiciones y que se pueden detectar en las heces de las personas que acuden para realizarse exámenes de detección temprana de cáncer de colon.

La prueba es conocida como “Cologuard”, consiste en la toma de una muestra de heces en un set de utensilios especialmente diseñados para este examen.

 

El set completo para la toma de muestras de heces que nos permiten buscar alteraciones en las secuencias de ADN de las células epiteliales que aparecen en las deposiciones.
El set completo del Cologuard, utilizado para la toma de muestras de heces que nos permiten buscar alteraciones en las secuencias de ADN de las células epiteliales que aparecen en las deposiciones.

 

La prueba está capacitada para detectar secuencias específicas del ADN que aparecen en las células que pueden estar comenzando a adquirir cambios cancerosos o precancerosos y que salen al exterior cuando realizamos nuestras deposiciones. Cuando el resultado de las pruebas hace indicar que existe la sospecha que los ADN de las células tengan características de posibles tumores, entonces se hará necesaria la realización de una colonoscopía para ver in situ el interior de las paredes del colon de forma que si se confirman los tumores, puedan ser curados a tiempo.

 

Más del 90% de los pacientes que desarrollan cáncer de colon y se les detecta en etapa inicial tienen posibilidades de curarse. Por eso estos exámenes son muy importantes. Si bien la comercialización aún se da sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, es de esperar su llegada a Latinoamérica en los próximos meses.

 

 

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Que Dios los bendiga!

 

 

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